El suceso ocurrió en una cavidad de la comarca del Alto Tajo que los vecinos de la zona llaman La Juana, y donde los espeleólogos suelen acudir para adentrarse en dos simas conocidas como Juan Herranz I y Juan Herranz II. El fallecido era miembro de la Federación Madrileña de Espeleologí.Â

Habí descendido unos diez metros y perdió el equilibro; tras golpearse con una repisa de la sima, se precipitó al vacío desde una altura de sesenta metros hasta impactar con el suelo. Sus compañero avisaron al Servicio de Emergencias 112 que desplazó hasta la zona un operativo de rescate formado por especialistas de la Guardia Civil, un equipo sanitario y bomberos de las provincias de Cuenca y Guadalajara. Después de tres horas de trabajo, recuperaron el cadáver que fue trasladado a Cuenca para practicarle la autopsia.

Se atribuye el accidente a un error humano. La Federación de Espeleologí de Castilla-La Mancha acondicionó la cueva hace tiempo para espeleosocorro.